I'm wearing:
1. Cap with embroidered logo in black, from Adidas.
2. Suede jacket in black, from H&M.
3. Basic t-shirt in purple/grey, from H&M.
4. High waist trousers with side detail in black, from H&M Studio.
5. Superstar sneakers in black, white and gold, from Adidas.
6. Lock of hair necklace, Maison Martin Margiela for H&M.
7. Rings, from H&M.
We all have hopes and dreams, goals we want to achieve. Some people have big ones, like becoming presidents or billionaires, stuff like that; others have small goals, like getting home safely or having a date with the person they have a crush on. It's important to understand that both kinds are important, both have merit of their own.
With my birthday approaching, I've been thinking a lot about my smaller goals and how I haven't achieved most of them. I'm complex, weird and deep in many ways (we all are) but I'm also very simple when it comes to certain matters. I was talking to my sister about love the other day, we have very different goals, and I told her about me being okay with being alone. I mean I'm almost 25 and haven't had a real-serious girlfriend by now and I'm pretty sure I don't want a boyfriend, haha. But I do want a girlfriend, someone who grabs my hand and falls asleep on my shoulder while we watch movies, who wears pretty dresses to our dates, someone I can cook for, haha, someone who looks at me and goes beyond that, who loves me.
Big goals keep us motivated because we're always working to achieve them, they're like a big puzzle, you get there piece by piece, but, there's definitely aiming at a finish line. Small goals are different, they're bigger than a puzzle piece but they're more unpredictable. You try your best but, quite often, they fade into the background because they're not as big as, say, your dreams. You know what your dream job is but you might not so sure about your Christmas outfit... See the point? Anyhow, let's all try to remember to put the focus on what we want and achieve some of those small goals, okay?
// Todos tenemos esperanzas y sueños, metas que queremos alcanzar. Algunas personas tienen grandes, como convertirse en presidentes o multimillonarios, cosas así; otros tienen pequeñas metas, como llegar seguro a casa o tener una cita con la persona de la que están enamorados. Es importante entender que ambos tipos son importantes, ambos tienen su propio mérito.
Con mi cumpleaños aproximándose, he estado pensando mucho en mis metas más pequeñas y cómo no he logrado conseguir la mayoría de ellas. Soy complejo, raro y profundo en muchas maneras (todos lo somos), pero también soy muy simple cuando se trata de ciertos asuntos. Estaba hablando de amor con mi hermana el otro día, tenemos metas muy distintas, le conté sobre cómo estoy bien con estar solo. Digo, tengo casi 25 y nunca he tenido una novia real-seria hasta ahora y estoy muy seguro de que no quiero un novio, jaja. Pero sí quiero una novia, alguien que me tome de la mano y se quede dormida en mi hombro cuando vemos películas, que use vestidos bonitos para nuestras citas, alguien a quien pueda cocinarle, jaja, alguien que me vea y vaya más allá, que me ame.
Las metas grandes nos mantienen motivados porque siempre estamos trabajando para conseguirlas, son como un rompecabezas grande, llegas a ellas pieza por pieza, pero, definitivamente apuntas a una línea de fin. Las metas pequeñas son diferentes, son más grandes que una pieza de rompecabezas pero son más impredecibles. Te esfuerzas mucho pero, muy seguido, se pierden entre todo lo demás porque no son tan grandes como, digamos, tus sueños. Sabes cuál es tu trabajo de los sueños pero quizá no estés tan seguro de tu atuendo para Navidad... ¿entienden el punto? En fin, todos tratemos de recordar que hay que poner el foco en lo que queremos y conseguir lograr algunas de esas metas pequeñas ¿sí?
Henry.